Concluye una semana de lucha en defensa del derecho a la educación con un éxito aplastante del alumnado y las familias españolas que han dado dos claros mensajes: los recortes generalizados son demoledores para el presente y el futuro de la sociedad española, que no los acepta; y la nueva reforma educativa cosecha un rechazo total, siendo obligado el cese del Ministro y de todo su equipo.
CEAPA considera que varias cuestiones han quedado claras y ratificadas por la sociedad española durante la semana de lucha en defensa de la educación española:
• El alumnado y las familias españolas rechazan de forma unánime los recortes en educación y el desmantelamiento de lo público que están realizando el Gobierno central y la mayoría de los autonómicos, por lo que exigen un cambio inmediato en las políticas educativas que caminan por esa senda para poner en marcha un ambicioso plan de inversiones en la educación pública que garantice la igualdad de oportunidades de todo el alumnado español. Se debe y se puede hacer, es cuestión de cambiar prioridades.
• La nueva reforma educativa ha quedado totalmente desacreditada y debe ser retirada inmediatamente para, con un nuevo equipo ministerial, comenzar un debate serio, responsable y sosegado entre todos los sectores de la Comunidad Educativa española para consensuar las medidas reales que se necesita poner en marcha para mejorar de verdad la educación española. Tenemos mucho margen de mejora, pero no debemos hacerlo imponiendo prejuicios ideológicos de una parte minoritaria de esta sociedad, aunque circunstancialmente pueda ésta acaparar el poder. O la educación la mejoramos entre todos, o no se producirá mejora alguna.
• La educación española ha mejorado mucho en las últimas décadas y la sociedad española no está dispuesta a retroceder para volver a la escuela elitista, segregadora y profundamente antisocial de mediados del siglo pasado. La nostalgia de un sector muy determinado de nuestra sociedad hacia un modelo educativo que perpetúe el clasismo social y el desahucio programado de la mayoría de la sociedad española, no es compartida ni respaldada por los ciudadanos de nuestro país, que reclaman una nueva escuela que se adecue a las necesidades de la sociedad del siglo XXI y que olvide definitivamente las recetas de un pasado no democrático que fue tremendamente dañino para nuestra sociedad, responsable real de nuestro retraso histórico y social.
El apoyo ampliamente mayoritario de las familias a la huelga general en educación que convocó CEAPA, así como a las manifestaciones conjuntas realizadas, demuestra, sin ningún género de dudas, que:
• El movimiento asociativo de los padres y madres del alumnado es un movimiento real, vivo y fuerte. Los intentos de deslegitimación y de presión hacia las familias para que no respaldaran el llamamiento realizado por CEAPA, se han demostrado como un fracaso absoluto. Las familias han demostrado que CEAPA las representa adecuadamente y que ha sabido canalizar y demostrar el gran descontento de los padres y madres hacia las políticas educativas y presupuestarias que se están desarrollando en este momento.
• El amplio seguimiento de la jornada de huelga general en la educación, realizada por las familias y el alumnado vaciando los centros, ha cosechado cifras de seguimiento muy superiores a la inmensa mayoría de las huelgas de educación que se hayan convocado anteriormente, lo que demuestra que si las familias nos queremos movilizar, lo hacemos de forma incontestable.
• CEAPA ha conseguido poner la situación real de la educación española en el centro del debate con una repercusión mundial. En estos días, la voz de las familias españolas ha sido recabada y trasladada por medios de comunicación de todo el mundo. La realidad educativa española ha sido debatida, desde un enfoque social que abordó las preocupaciones reales de los ciudadanos, con una presencia mediática que no se recuerda en el pasado de nuestro país. Ese es nuestro mejor éxito y marca un rumbo de actuación que no debemos abandonar.
• La gran dificultad que las familias tienen para secundar una huelga en educación, que supone vaciar los centros y buscar fórmulas para que nuestros hijos e hijas no asistan a los centros educativos y estén debidamente atendidos mientras que asistimos a nuestras ocupaciones diarias, se ha superado con una muestra inapelable de civismo, colaboración entre las familias y actuaciones organizadas desde las Asociaciones de Padres y Madres, que ha vuelto a demostrar que somos capaces de unirnos en un objetivo común y que estamos unidos.
• La gran diversidad de posiciones dentro del movimiento asociativo de padres y madres que lidera CEAPA, que se ha visibilizado estos días como no podía ser de otra manera en un movimiento asociativo real y vivo, ha desacreditado a quienes de forma mal intencionada intentan siempre comparar a CEAPA y a las organizaciones que la componen, casi 50 federaciones y confederaciones y más de 11.000 asociaciones en todo el país, con otro tipo de organizaciones que obedecen sin fisuras las decisiones de un líder con poder absoluto de imposición y sin rechistar consignas de partidos políticos o de intereses privados, ya sean empresariales o religiosos, y que son organizaciones ficticias que son financiadas y gestionadas de forma opaca y poco o nada democrática.
• CEAPA es mucho más que cuatro paredes, un teléfono de contacto, y alguna que otra subvención que se recibe para formar a las familias en el ejercicio de sus derechos constitucionales. Se equivocan quienes quieren hacer ver que las organizaciones sociales como CEAPA son entidades que gestionan otros intereses diferentes que los que demandan los ciudadanos a nivel individual y colectivo, que no son otros que la defensa de sus posiciones y el ejercicio ciudadano de su obligación de participar en la política educativa que se realiza, entendiendo la política como la intervención del pueblo en las cosas que le son propias. CEAPA es una organización apartidista que ha demostrado que responde a las demandas de su tejido social, confrontando con quienes estando en un Gobierno ponen en peligro los derechos de los ciudadanos.
• CEAPA es capaz de convocar directamente a todas las familias de este país, incluso a las que no están incorporadas a su movimiento asociativo o forman parte de otras organizaciones. La huelga general ha sido secundada por familias de todo tipo de escuelas, aunque sus organizaciones les hayan pedido que no lo hicieran.
En definitiva, el alumnado y las familias hemos dicho alto y claro que las cosas han llegado hasta donde nunca deberían haberlo hecho, que no estamos dispuestos a que sigan por ese camino, y que “hasta aquí hemos llegado”. Y hemos exigido de forma rotunda:
• La paralización inmediata de todas las medidas de recorte y desmantelamiento de la educación española, y la retirada inmediata del inaceptable anteproyecto de reforma de la LOE, denominado LOMCE.
• El cese fulminante del Ministro Wert y de todo su equipo, y la apertura, con un nuevo equipo ministerial, de un proceso real de diálogo con los diferentes sectores de la Comunidad Educativa para buscar, entre todos, el consenso necesario para mejorar, de verdad, la educación española.
Ya sabemos que ahora habrá quienes, ante este escenario inapelable de respuesta social que hemos dado entre todos, intentarán desviar la atención hacia cuestiones que nada tienen que ver con lo sucedido y con los motivos reales que nos movilizan. Cosecharán el mismo fracaso que han obtenido quienes han realizado manifestaciones inaceptables sobre nuestras organizaciones y nuestros representantes. Y tienen ya garantizada nuestra absoluta indiferencia, como expresión máxima de una postura inequívoca de sentido común y de desprecio hacia quienes desean sólo desvirtuar el mensaje dado por quienes respaldan y forman parte de CEAPA y del movimiento asociativo que ésta representa.
Las cifras reales de seguimiento de la huelga general en educación del pasado jueves se sitúan de media entre el 70 y el 80% en función de las diferentes Comunidades Autónomas, oscilando entre las diferentes etapas en horquillas que van desde un mínimo del 50% en educación infantil o primaria en determinado territorios, hasta un 90% en educación secundaria en otros, con cifras de incluso el 100% en zonas concretas o en determinados cursos, como 4º de la ESO y 1º de Bachillerato especialmente.
Mientras el Gobierno central rozaba el ridículo al cifrar el seguimiento en sólo un 23%, gobiernos autonómicos de todas las ideologías, mayoritariamente gobernados por el mismo partido que el Gobierno central, se rendían a la evidencia y daban cifras siempre superiores al 60%, lo que supone reconocer los datos dados por CEAPA, estando todos acostumbrados a que los responsables políticos siempre rebajen las cifras reales que no les gustan. Algunos de ellos, para evitar reconocer dichos datos, se negaron a cuantificar el seguimiento, muestra clara de que eran conscientes de que nadie creería sus palabras, al igual que le sucedió al Gobierno central o, por ejemplo, a los responsables educativos de la Ciudad Autónoma de Ceuta, terreno de gestión directa del Ministerio de Educación, donde cifraban el seguimiento en un 33% mientras todos los centros educativos de la ciudad estaban vacíos.
Queremos agradecer a todas las familias el tremendo esfuerzo que han realizado para demostrar el profundo malestar existente; al alumnado por demostrar que son capaces de defender sus derechos de forma democrática y pacífica; a las organizaciones que integran CEAPA su rápida respuesta ante una convocatoria que necesariamente tenía que realizarse aún sabiendo que los plazos eran muy limitados; al resto de la Comunidad Educativa por su decidido apoyo y su activa presencia en las manifestaciones; al profesorado y al personal de administración y servicios de los centros educativos por su extraordinaria colaboración; y a los medios de comunicación por su espléndida respuesta y su amplia cobertura mediática. Gracias a todos y todas de corazón.